Siegrist Nora - Ghirardi Mónica. Mestizaje, sangre y matrimonio en territorios de la actual Argentina y Uruguay. Siglos XVII-XX. Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba. Dunken. Bs. As. 2008. 280 pág. 23x16. ISBN 978-987-02-3533-0. Nuevo.
Contiene trabajos de: Eduardo G. S. Gould. Mónica Ghirardi. Jovita M. Novillo. Gloria E. López. Ana María Rivera Medina. Florencia Guzmán. Maria Eugenia Astiz. Raúl Alfredo Linares. Nora Siegrist. Claudio Küffer. Sonia E. Colantonio. Isabel Barreto. Bernardo Bertoni. Gonzalo Figueiro y Mónica Sans.
El libro, coordinado por dos especialistas de la presencia africana en la Argentina (o en su territorio) reúne once colaboraciones en torno a los mestizajes coloniales y modernos, que se integran en el programa del Centro de Estudios avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Estos estudios tienen un doble interés : se fundan en una documentación original basada en fuentes archivísticas y por lo tanto aportan una información original sobre la realidad del mestizaje, y tratan de regiones de la Argentina actual poco conocidas, puesto que la mayoría de los trabajos se centran en Buenos Aires y su provincia. Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Mendoza, San Juan, Santa Fe, el oeste del Uruguay actual, y Buenos Aires brindan una diversidad de casos de uniones desiguales, ya sea en la condición y en la calidad de los individuos (para utilizar un vocabulario colonial), ya sea en las ocupaciones o en las opiniones políticas. El horizonte temporal es en gran parte el delimitado por la Real Pragmática de Carlos III sobre el « consentimiento paterno para la contratación de esponsales y matrimonio por los hijos de familia » (promulgada en 1776 y aplicada en 1778 para contrarrestar el laxismo de las uniones acaecidas en las colonias). Todos los textos no derivan de esta problemática general, aunque la mayoría de ellos se ajusta a este nuevo marco jurídico.
Cada caso examinado a lo largo del libro muestra claramente la complejidad del mestizaje biológico cuyo marco principal es el de las relaciones sexuales y no la del matrimonio, distinción que todos los antropólogos interesados en los sistemas de parentesco conocen bien. Si bien la endogamia de calidad rige en todos los estamentos de la sociedad, la pobreza hace mas fácilmente aceptable una unión desigual en cuanto a la calidad. Otros casos, anteriores a la Pragmática, son sorprendentes como el de la unión entre don Jerónimo Luis de Cabrera, nieto del conquistador de Córdoba (y miembro de un linaje particularmente rehacio a obedecer a las autoridades virreinales), con la esclava Catalina (páginas 201-203). En anexo, la lista de algunos casamientos de españoles con personas de color en la catedral de Buenos Aires (páginas 218-220) es de particular interés para el conocimiento de la ascendencia « africana » de la élite porteña.
Es de esperar que este trabajo sea el primero de investigaciones mas contextualizadas sobre esa temática. Los detalles específicos, fundamentales desde luego, necesitan ser integrados en contextos demográficos, políticos y sociales ya que el lector no sabe si se trata de casos particulares o de tendencias. Me permitiré enunciar rápidamente dos críticas. A partir de datos del censo civil de 1832 en Córdoba, no creo que sea necesario preguntarse si « raza » es mas pertinente que « etnia » (página 225). El censo brinda sus propias categorías (« noble », « pardo », « indio », « negro ») y éstas no deben ser substituidas por otros términos. Teniendo en cuenta la fecha del censo es probable que el criterio general de los que lo organizaron sea la « raza » y no la « etnia » (cuyo empleo aparece sistemáticamente en el último tercio del siglo XX). Por otra parte me parece que no se puede rastrear el « blanqueamiento » generacional (páginas 175 y ss.) ya que, efectivamente, no sólo no hay consenso en cuanto a la negritud, y por otra parte la transmisión del fenotipo, como bien es sabido, depara muchas sorpresas. Sin contar que los curas párrocos, que establecían la identidad de los párvulos en los libros, tenían sus propios criterios personales respecto a la « apariencia » de éstos.
Finalmente quisiera hacer una aclaración respecto a la identificación no ya de un « mestizo » sino de una autora. Cuál no fue mi sorpresa al descubrir (páginas 52 y 67) que mi nombre y apellido se habían transformado en Claude Bernard, por razones curiosas. No creo que Carmen Bernand sea algo tan difícil de retener (hay apellidos mas complicados) y desearía que en el futuro se me restituya mi identidad o no se me cite… Este error no sólo me afecta sino que me deja dubitativa respecto a los nombres de las personas transcritos de los archivos. (http://nuevomundo.revues.org/60499)
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