Padre Emmanuel. El cristiano del día y el cristiano del evangelio. Editorial Iction. Buenos Aires, 1980. 108 pág. Traducción Aída Aráoz. Revisión Gustavo Daniel Corbi. Pequeñas peladuras en la contratapa. Sello de anterior propietario en la portadilla y portada.
"Si Dios pusiese su ley a la merced de los hombres, y les diese permiso para reformarla según sus gustos, ¿Que sucedería?
EL CRISTIANO DEL DÍA no dejaría de pedir reformas: los tiempos ya no son lo que eran antes, los hombres han hecho algunos progresos, la naturaleza... la ley de Dios no debe quedar atrasada: necesitaría su 1789...
"Pero el CRISTIANO DEL EVANGELIO, que a ama a Dios por sobre todo, y su voluntad ante todo, y su ley santa en todo, no dejaría de exclamar: ¡Padre Nuestro que están en los cielos, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo! No pediría la revisión de la ley, sino sólo y humildemente la gracia de observarla, de serle fiel, y siempre fiel". Padre Emmanuel.
|